EL CAMINO DEL CHAGUAR

De la tierra al alma de las prendas

En lo profundo del monte chaqueño, donde la tierra es seca y el sol se impone, crece el chaguar: una planta silvestre, resistente y noble. No se cultiva ni se domestica. Nace libre, entre cardones y quebrachos, como símbolo de fortaleza y raíz ancestral.

Las mujeres de las comunidades originarias son quienes mantienen vivo su legado. Con paciencia recolectan las hojas, piden permiso a la tierra, y transforman lo áspero en hilo. El proceso es completamente artesanal: se pela la fibra, se hierve, se seca al sol y luego se hila a mano.
Cada movimiento lleva el ritmo de la tradición, heredado de generación en generación.

El teñido se realiza con pigmentos naturales del monte —raíces, cortezas, semillas, hojas— que dan tonos únicos y orgánicos: ocres, verdes, tierras y grises que hablan del paisaje que los vio nacer.

De esos hilos surge la trama: tejidos firmes, irregulares, cargados de historia. Cada pieza de chaguar es irrepetible, porque está hecha sin apuro, con respeto por el tiempo y por la naturaleza.

En Las Leguas, el chaguar encuentra un nuevo destino. Las manos contemporáneas reinterpretan esta fibra milenaria en prendas y accesorios que conservan su esencia: la autenticidad, la simpleza y el valor de lo hecho a mano.

El resultado son piezas que unen pasado y presente. Que visten con identidad, con raíces, con sentido.
Porque en cada hilo de chaguar vive la historia de un territorio, de su gente, y de una tradición que sigue inspirando.

CUIDADOS

Esta prenda ha sido cuidadosamente tejida con fibra de chaguar, un material noble que se obtiene y trabaja a mano siguiendo un proceso natural. Su color proviene de tintes extraídos de la tierra, sin químicos ni artificios.

Lavado: Solo en seco, así conservas su textura y durabilidad.
Evitar: Mucho sol directo y contacto con productos agresivos.
Para que te acompañe por mucho tiempo: Guárdala en un lugar seco y fresco.

Cada pieza es única, con la belleza de lo auténtico y lo hecho con dedicación.